jueves, 16 de octubre de 2008

Tierra calenturienta

Hoy está dse visita en Bilbao el que probablemente sea el abanderado en la lucha contra el cambio climático, el ex-vicepresidente de los Estados Unidos de America Al Gore. Ha sido recibido en el Palacio de Artaza por el lehendakari y despues ha visitado el Guggenheim para dar allí una charla sobre el calentamiento climatico desde el punto de vista de la economía.

Ha dicho lo de siempre, no nos vamos a engañar. Hay que actuar, concienciar... y demás. Ayer, precisamente, en clase salió el tema. El profesor aludió a la necesidad de combinar el binomio desarrollo (economico) con conservacion (sostenibilidad), y salió el tema de la crisis economica actual. Dijo, que yo no he leido ni oido nada, que a causa de el frenazo economico actual, el dinero que se iba a destinar a la lucha contra el calentamiento global se destinaria ahora a paliar los problemas economicos.

Y aqui surge la dicotomia, si velar por nuestra salud o por nuestro dinero. Está claro que lo mejor sería las dos cosas, pero mas o menos, hay que elegir. Yo, personalmente, le daría un 60-40 en favor de la salud, porque si tienes de esto el resto viene por sí solo, pero sin olvidar, eso sí, un nivel de vida más o menos bonachon. El profesor, ávido él, no se decantó, si no que se limitó a decir que el Gobierno había mentido en algun momento sobre cuál es el problema mas serio que afecta a este país. Para él, lo es el cambio climatico, y el dinero que se ha dejado de gastar en él se debería gastar si o sí.

Siendo radical, se puede decir: "bien, dinero para el cambio climatico, pero salga usted en La Moncloa a dar una rueda de prensa diciendo que el dinero que ibas a gastar en inyectar dinero a las familias (aunque luego no lo veamos) lo va a gastar usted en plantar arboles".

La patada en el culo quizá se quede corta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es que es un tema en el que no podemos decantarnos. La crisis es una realidad, al igual que el calentamiento global. Pero solo hay dinero para una cosa. ¿Por cual nos decantamos?

Es una suerte que no esté en mis manos decidirlo...